miércoles, 15 de enero de 2014

SALIDA A LA NIEVE: “VALDELINARES – TERUEL”



El día 5 de Enero de 2014, no pude dormir bien, tenía muchas ganas de ir a la nieve y de estar cerca de mi ciudad Teruel.
Cuando me llamaron por el interfono para que me preparara, salí disparado de la cama. Nos dijeron que nos abrigáramos mucho y eso hice. Bajé a desayunar y salimos a las 10 de la mañana. Fuimos Houssan, Carlos, Brandon y yo con los educadores Javi y Guille. Era un largo viaje, en el camino vimos una avioneta, “el pueblo del amor” y charlamos sobre temas muy interesantes para que el viaje no se nos hiciera tan pesado y aburrido. Llegamos a la nieve y hacia mucho viento, decidimos abrigarnos aún más, cogimos el trineo y nos fuimos a buscar un sitio por dónde tirarnos, subimos la montaña hasta llegar a una valla que limitaba el paso y vimos una zona despejada sin árboles y una cuesta buena con poca inclinación para poder tirarnos y no hacernos daño, lo suficiente para divertirnos y pasarlo bien. Primero se tiro Houssan,  se fue hacia un lado y volcó porque no sabía controlar la dirección del trineo y se hizo daño en el culo subiendo porque sus zapatillas deslizaban mucho en la nieve y  parecía que estuviera haciendo patinaje artístico. Era el turno de Brandon y me dijo que me tirara con él que sería mejor, lo hicimos, nos tiramos por la cuesta a toda velocidad y llegamos hasta abajo, nos gustó tanto que lo hicimos unas 10 veces más mientras que Houssan y Carlos tiraban bolas de nieve a los educadores y ellos les respondían. Eran las 2 y teníamos hambre,  decidimos bajar de la montaña para comer. Cuando bajábamos vimos un sitio con rocas grandes para sentarnos a comer y hacernos unas fotos ya que estábamos en un paisaje maravilloso, montañas de árboles, todo cubierto de nieve, fue espectacular estar ahí en medio de la naturaleza comiéndonos un bocadillo de lomo.




 Cuando terminamos de comer dijimos de ir a las tiendas de Mora de Rubielos a echar una ojeada al pueblo y a tomar algo en un bar. Cuando llegamos vimos en lo alto del pueblo como unas murallas y dijimos que si teníamos tiempo subiríamos, nos fuimos a un bar a tomar una Coca-Cola con Doritos y a jugar a las cartas y luego a una pastelería que había enfrente a por unos bollos y como nos sobraba tiempo para subir a la muralla preguntamos cómo hacerlo y nos lo dijeron, conseguimos subir. Desde allí arriba se podía ver todo el pueblo y muy buenas vistas.








 Ya era el momento de volver. Me lo pase en grande con mis compañeros y doy gracias de parte de todos al director y a todo el equipo técnico y educadores por programar salidas tan chulas y divertidas que nos hacen desconectar un poco de la rutina del centro. Hasta la próxima J
Escrito por: Apunto  

9 de enero de 2014

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