SALIDA A LA NIEVE:
“VALDELINARES – TERUEL”
El día 5 de Enero de 2014, no pude dormir bien, tenía muchas
ganas de ir a la nieve y de estar cerca de mi ciudad Teruel.
Cuando me llamaron por el interfono para que me preparara,
salí disparado de la cama. Nos dijeron que nos abrigáramos mucho y eso hice.
Bajé a desayunar y salimos a las 10 de la mañana. Fuimos Houssan, Carlos,
Brandon y yo con los educadores Javi y Guille. Era un largo viaje, en el camino
vimos una avioneta, “el pueblo del amor” y charlamos sobre temas muy
interesantes para que el viaje no se nos hiciera tan pesado y aburrido.
Llegamos a la nieve y hacia mucho viento, decidimos abrigarnos aún más, cogimos
el trineo y nos fuimos a buscar un sitio por dónde tirarnos, subimos la montaña
hasta llegar a una valla que limitaba el paso y vimos una zona despejada sin
árboles y una cuesta buena con poca inclinación para poder tirarnos y no
hacernos daño, lo suficiente para divertirnos y pasarlo bien. Primero se tiro
Houssan, se fue hacia un lado y volcó
porque no sabía controlar la dirección del trineo y se hizo daño en el culo
subiendo porque sus zapatillas deslizaban mucho en la nieve y parecía que estuviera haciendo patinaje
artístico. Era el turno de Brandon y me dijo que me tirara con él que sería
mejor, lo hicimos, nos tiramos por la cuesta a toda velocidad y llegamos hasta
abajo, nos gustó tanto que lo hicimos unas 10 veces más mientras que Houssan y
Carlos tiraban bolas de nieve a los educadores y ellos les respondían. Eran las
2 y teníamos hambre, decidimos bajar de
la montaña para comer. Cuando bajábamos vimos un sitio con rocas grandes para
sentarnos a comer y hacernos unas fotos ya que estábamos en un paisaje
maravilloso, montañas de árboles, todo cubierto de nieve, fue espectacular
estar ahí en medio de la naturaleza comiéndonos un bocadillo de lomo.
Cuando
terminamos de comer dijimos de ir a las tiendas de Mora de Rubielos a echar una
ojeada al pueblo y a tomar algo en un bar. Cuando llegamos vimos en lo alto del
pueblo como unas murallas y dijimos que si teníamos tiempo subiríamos, nos
fuimos a un bar a tomar una Coca-Cola con Doritos y a jugar a las cartas y
luego a una pastelería que había enfrente a por unos bollos y como nos sobraba
tiempo para subir a la muralla preguntamos cómo hacerlo y nos lo dijeron,
conseguimos subir. Desde allí arriba se podía ver todo el pueblo y muy buenas
vistas.
Ya era el momento de volver. Me lo pase en grande con mis compañeros y
doy gracias de parte de todos al director y a todo el equipo técnico y
educadores por programar salidas tan chulas y divertidas que nos hacen
desconectar un poco de la rutina del centro. Hasta la próxima J
Escrito por: Apunto
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