De las tres fases de cualquier partida de ajedrez (Apertura, Juego Medio y Mate), solo la segunda debería dejarse a la imaginación del jugador. Tanto la Apertura como el Mate son situaciones que funcionan mejor cuando se tienen ya ensayadas y el jugador sabe de antemano lo que debe hacer.
Solo con el primer movimiento de las blancas hay 20 posibles salidas: mover cada uno de los ocho peones (que pueden mover una o dos casillas, a elegir) o bien mover cada uno de los dos caballos a otros dos posibles escaques distintos. Veinte en total. Y después las negras pueden contestar con otros 20 movimientos análogos, así que solo en el primer movimiento, hay 400 combinaciones distintas. Por supuesto, hay aperturas más y menos fuertes, y hay aperturas que son absolutos disparates, pero a eso iremos más adelante. Aprender teoría de aperturas es un trabajo difícil, complejo y muy ingrato para el ajedrecista que comienza. Es mucho más divertido y eficaz aprender a dar mate.
EL MATE DEL PASILLO.
Este mate es el más ocurrente de todos cuando el bando perdedor se ha despistado. Puede hacerse con Torre o con Dama y acontece cuando se dan situaciones como la del siguiente diagrama:
Como podéis ver, la fila de peones, que generalmente protege al Rey de cualquier ataque, en este caso es su condenación. Incapaz de moverse, ha sido capturado por una astuta Torre que finaliza el juego. El gran jugador Alexander Alekhine dijo una vez que debía evitarse mover esos tres peones que forman una barrera hasta que sea absolutamente necesario hacerlo. Generalmente es buena idea tener al Rey protegido de ese modo, pero hay que estar atentos y si perdemos la Torre que protege el enroque, levantar uno de los peones para dejar escape al Rey es una magnífica idea.
El mate del Pasillo puede darse en otras circunstancias, hay que estar atento a otras posiciones que pueden trasponer a este conocido mate. Veamos el siguiente diagrama:
Aquí las negras han movido el peón de h7 a h6 para permitir salir al Rey en caso de ataque, pero el peón blanco en g6 impide que éste escape. Esta misma posición podría conseguirse con un Álfil o una Dama en lugar del peón blanco, o incluso con un Caballo puesto en g5 (justo debajo del peón blanco). Como veis, un mate ensayado es una posición versátil que puede aplicarse en muchas situaciones diferentes.
EL MATE DEL PASTOR.
Quizá el mate más conocido de todos, con leyenda incluida. Cuentan que un rey estaba de cacería con sus caballeros y cortesanos cuando vio a un pastor que jugaba solo al ajedrez en un descampado. El rey se acercó y preguntó si podía jugar con él y el pastor aceptó. Mientras ponían las piezas, el rey le contó al pastor que él era el mejor jugador del mundo, que llevaba años jugando contra todo tipo de nobles y aristócratas y jamás había perdido una partida. Cedió las blancas al pastor y éste empezó a jugar, dando Jaque Mate en solamente 4 movimientos, en un diagrama como éste:
El rey comprendió entonces que todos sus nobles le dejaban ganar y que no tenía nada de campeón, así que se llevó al pastor a su castillo y lo convirtió en su principal consejero, recompensándolo así por su rápida y mortífera victoria. ¿Cómo se llega a semejante situación? Iremos paso a paso.
1. e4 e5 --- Este movimiento es el primero de todos. Las Blancas mueven su peón del rey dos escaques hacia adelante (1. e4) y las negras responden con el movimiento simétrico, moviendo su peón de rey otros dos, bloqueando el avance del peón blanco.
2. Ac4 Cc6? --- Las blancas avanzan su Álfil de rey hasta el escaque c4, iniciando así una Apertura de Álfil. Las negras, que deberían haber respondido con Cf6 o mejor aún, con d4, deciden intentar amenazar el Centro del tablero con su Caballo de Dama. El signo ? detrás de Cc6 significa que la jugada es dudosa, cuando menos.
3. Dh5 Cf6?? --- Las blancas responden con el ataque Parham diferido, es decir, sacar la Dama hasta la columna de la Torre del flanco de rey y provocar un rápido ataque sobre las negras, las cuales lo que hacen es sacar su Caballo para amenazar la Dama, pero esto no tiene ningún efecto, como veremos, salvo el perder la partida humillantemente.
4. Dxf7++ -- La Dama captura el peón de f7, dando jaque al Rey y éste no puede interponer ninguna pieza en medio, no puede moverse a ninguna otra casilla no amenazada y tampoco puede capturar la insidiosa Dama porque está protegida por el Álfil. Jaque Mate.
El Mate del Pastor es muy conocido entre los jugadores de ajedrez, pero la idea general sigue siendo válida: incluso en situaciones mucho más elaboradas, cuando se han hecho muchos más movimientos y la batalla está más avanzada, un Álfil y una Dama son una combinación letal.
Puestos a pensar, ¿qué podía haber hecho el bando negro una vez la Dama está en h4? Pensemos un poco. si en lugar de sacar el Caballo a f6 (con las consecuencias vistas antes), hubiesen movido el peón de g amenazando la Dama (3. ... g6!) entonces las blancas tienen un serio problema. Ved el siguiente (y último) diagrama:
Ahora la Dama Blanca está casi casi atrapada. La amenaza ese peón de g, al cual no puede capturar porque está protegido por otros dos peones (el de h y el de f). Pero, ¿adónde puede retirarse? Si se mueve en horizontal, hacia la izquierda, vemos que en g5 sería capturada por la Dama Negra, lo mismo que si fuese en vertical hasta h4. Si se mueve un pasito más en horizontal hasta f5, entonces es el Álfil quien la captura (y lo mismo si fuese en vertical hasta h3). Tampoco puede capturar el peón de e5 (5. Dxe5) porque está protegido tanto por el Caballo de c6 como por el peón de d5. Así que solo le queda moverse en diagonal, pero situarse en g4 la pone bajo el fuego del Álfil otra vez y si se mueve aún más en diagonal hasta f3 o incluso e2, resulta que las negras pueden mover libremente su Caballo desde f3 hasta d4, amenazando de nuevo la Dama y obligándola a moverse a su único escaque verdaderamente seguro: d1, su posición inicial. O bien adoptar posiciones más pasivas a lo largo de la fila 3, que no llevan sino a perder más tiempo.
¿Qué lectura sacamos de esto? Pues que un movimiento apresurado de la Dama, en momentos iniciales de la partida, suele ser una mala idea: la Dama por sí sola no es capaz de dar Mate, necesita del apoyo de otras piezas (o de un fallo garrafal del otro jugador, claro). Y por lo tanto, las negras pueden dedicarse a perseguirla, desarrollando sus piezas y esperando el momento de atacar de verdad. A esto se le llama "perder tiempo", las blancas, en lugar de jugar y diseminar sus piezas por el tablero, se dedican a mover una y otra vez la Dama buscando un lugar seguro donde protegerse, mientras que el bando contrario puede ir sacando sus piezas y situándolas en el tablero, ganando muchos movimientos que luego aprovecharán.
Así que, ahora que ya conocemos un par de mates y también conocemos algunas estrategias de defensa, ¿por qué no los ponemos en marcha? ¡Y pensemos siempre en la máxima del ajedrez! No hay, o no debería haber, movimiento inútil. Cada pieza que movemos, participa en el mate, incluso el primer movimiento que hagamos. En el próximo post hablaremos de mates más elaborados, dos mates que a mí, personalmente me parecen muy bonitos y sorprendentes: el Mate de Legal (o mate del Avaricioso) y el Mate de la Coz (o mate del ahogado). Hasta la próxima.
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