miércoles, 11 de junio de 2014




MIS 39 DÍAS EN EL REFORMATORIO DE JUSLIBOL

 Fue un espacio en el cual tuve tiempo para reflexionar sobre el delito que cometí hace, aproximadamente, dos años, ese delito no me costó solamente una libertad vigilada de seis meses, la cual incumplí y se alargó dos meses más y que, por supuesto, seguí sin cumplir, sino el hecho de acabar en este centro. Nunca pensé que acabaría en un reformatorio, para mÍ, como para mis padres, supuso un gran sock ya que nadie de mi familia ni amigos había estado nunca en un centro como este. A  día de hoy y a posteriori, nadie de mi familia sabe que estoy y estuve aquí, solo unos pocos amigos y los que lean este texto.

Este centro no es para nada como los que describen en las películas americanas,  no hay bandas ni palizas entre los internos, ni tampoco se trafica con drogas desde dentro, para mí lo único que causa un poco de respeto son las puertas y ventanas, que son prácticamente indestructibles, ah, y  los muros de cemento y las cámaras de seguridad.  Podría seguir nombrando pequeños matices que hacen que este centro pase de ser “un campamento de verano” a un reformatorio.

Los educadores no son ogros que te siguen a todas partes y que están encima de ti todo el rato diciéndote lo que debes hacer y lo que no, es verdad que a veces, en determinados momentos, pueden sacarte de tus casillas , pero en el fondo lo están haciendo por tu bien. Muchas veces te dan consejos que aunque puede que te los hayan repetido una y mil veces te hacen reflexionar y “darle al coco”. Con esto no quiero decir que mi visión de ellos sea la más acertada, pero si la más realista.

Los profesores no son seres venidos de otro mundo que con un chasquido de dedos hacen que uno retenga en su cabeza todas las cifras y letras que necesita para el día de mañana. Son personas que te ayudan (si tú quieres) a formarte para cosa que en los tiempos que corren actualmente es imprescindible para tener un buen trabajo.

(Os parecerá que esto lo ha redactando una persona “mayor",  pero en verdad es un chico de dieciocho años el que ha escrito esta apreciación sobre el centro)


Solo me queda deciros que no malgastéis el tiempo aquí, sino que lo aprobecheis de la mejor manera posible ya sea formándoos académicamente o haciendo un PCPI y sobre todo reflexionando él porqué  estáis  aquí. 
L. C.

No hay comentarios:

Publicar un comentario